De sicarios y vampiros

22 abril 2010

Diago tiene dieciséis años y aunque hace poco tiempo que está en este mundillo se las apaña muy, pero que muy bien para cumplir con su deber. No es de extrañar que sea uno de los mejores sicarios del momento pero no nos engañemos, no es un tipo cualquiera es un vampiro que trabaja para Alberto, líder de una banda de “mafiosos”.

El joven se verá envuelto, una y otra vez a lo largo de las páginas de la novela, en trifulcas con otros tipos que al igual que él, “viven” para "matar" en nombre de terceros. Si bien, Diago siempre sale airoso de los “encargos” de Alberto últimamente la cosa no funciona como debe. Hay una especie de “ser” que está haciendo desaparecer a inmortales y por si esto no fuera poco, un asesino en serie está haciendo peligrar el secreto de aquellos que ahora tienen el “don de no morir”.

Digamos que tenemos grupos de hombres, todos inmortales, que “trabajan” durante la noche. Son bandas que mueven grandes cantidades de dinero y por tanto, de poder. Su alimento principal es la sangre y les gusta vivir por todo lo alto. El tráfico de drogas sustenta en buena parte sus niveles de vida y es la causa de la mayor parte de los problemas de Diago.

¿Qué es Diago? Digamos que él y los suyos son vampiros pero con poderes sobrenaturales más allá del de una fuerza brutal. Leer mentes, hablar con animales o tocar objetos y saber cuál es la historia de éstos son tres de los extras que tendrán los protagonistas.

Nada de amor y sí de sexo. Mucha violencia y más sangre. Noches de Zaragoza de Martín Cativiela Calvo es una obra de casi trescientas páginas ambientada en la ciudad del Pilar lo que le da un toque histórico.

Aunque no se me ha hecho pesada, no es un libro que entre dentro de mi “estilo letrero” y no porque carezca de una historia de amor, no nos equivoquemos, pues agradezco por otra parte que así sea, no todas las tramas tienen que contar con este ingrediente, sino más bien porque bajo mi punto de vista, son quizá demasiadas escenas desagradables.

No obstante, esto no lo considero un punto negativo pues siendo una novela sobre sicarios y vampiros es, en parte, normal. Simple y llanamente es que no me gustan las descripciones explícitas de peleas, ni en libros ni en películas, y las que aparecen en la obra no son, creedme, meras riñas en las que simplemente hay tres patadas y dos puñetazos. El autor va más allá.

Dejando a un lado la trama, si bien la lectura ha sido ligera, ha habido páginas en las que la historia fluía de un modo más lento debido a la reiteración de palabras en un número reducido de líneas que, en mi opinión, hacía que el texto no "sonase" bien.

Debo confesaros, que una de las cosas que me ha gustado han sido las ilustraciones que acompañaban a Diago. Son sencillas pero aportan “algo nuevo”. Hacía muchísimo que no me encontraba con una novela que incluyese dibujos más allá de los que adornan la portada y la contraportada.

El uso de expresiones populares hace, asimismo, más creíble los hechos que se narran. Se nota el toque “maño”, zaragozano, del autor.  Noches de Zaragoza es, en resumen, una historia diferente sobre esos seres especiales ávidos de sangre y con enormes colmillos.

¡Saludos devorador@s!

Agradecimientos Éride Ediciones

4 comentarios

  1. No había oído nada sobre esta novela. No tiene mala pinta, pero tampoco es de las que más me haya llamado la atención.

    Gracias por la reseña.

    Bss.

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  2. No había escuchado hablar de esta novela, gracias por darla a conocer ^^.

    A mí tampoco me disguta que las novelas no tengan amor, y en realidad tampoco que sean un poco duras. Así que la tendré en cuenta.

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  3. No lo conocía pero me lo apunto, no tiene mala pinta niña.

    Besitos. ^^

    ¡¡Feliz Día del Libro!!

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  4. Feliz dia del libro¡¡
    No lo conocia ni nada de nada
    ;)

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